¡Mi esposa gana más dinero que yo!
¿Qué hago ahora?
Hablar
de finanzas para las parejas es siempre un desafío, de hecho hablar de dinero
en cuestiones familiares para muchos es un gran problema, ya que siempre se
tiende a crear competitividad entre los integrantes de ciertos núcleos
familiares.
Desafortunadamente, la gran mayoría
de personas no tienen el hábito de hablar de dinero cuando toman la decisión de
casarse, esto termina en un desastre casi siempre ya que no planifican sus
metas financieras a futuro.
La gran mayoría de las personas todavía creen que el papel del
hombre es proveer el sustento de la familia, mientras que la mujer debe encargarse
del cuidado de la casa y velar por la familia. El mundo ha dado un giro y
ahora las mujeres también pueden demostrar que son capaces de llevar a cabo las
tareas del hombre.
Hoy en día, en la mayoría de las
parejas, los dos trabajan y se comparten las tareas domésticas, y esto es muy
positivo, pero el hecho de que ambos trabajan y tienen dos fuentes de ingreso
conduce a una situación interesante: dos estándares diferentes para la misma
pareja, puesto que no siempre el salario de ambos es el mismo. Obviamente esta situación merece
atención, si el marido y la esposa tienen diferentes salarios, debe
establecer un presupuesto basado en las capacidades del salario de cada uno,
para que así los dos hagan la misma cantidad de esfuerzo sin que hayan ningún
desbalance económico.
No es porque uno gana más que el
otro que tendrá el derecho a gastar más, de hecho, todos los gastos deben
discutirse juntos, esto debe ser una de las condiciones a aplicar por la pareja.
El éxito de las mujeres en el
mercado de trabajo
Cuando nos fijamos en el mercado laboral en general, por
desgracia, las mujeres tienen, en promedio, salarios inferiores a los de los
hombres, incluso realizando las mismas tareas. Las excepciones que existen todavía causan extrañeza y
pueden causar daño a la familia si no se resuelven con diálogo y mucha
sinceridad.
Está claro que el ego masculino y el machismo que aún
persisten en nuestra sociedad asocian un símbolo de éxito y fuerza al hombre
que tiene el papel de "sostener" el hogar.
En lugar de preocuparse por quién
gana más, la pregunta correcta debería ser "¿Qué
hacer con el dinero de la familia?", pero pocas
relaciones abren espacio para esta discusión.
La planificación
no tiene sexo
Es común que las discusiones sobre las
finanzas de una pareja sean temas sensibles como el consumo de artículos
considerados superfluos, excesivos gastos con determinados productos o
servicios (electrónicos, salón de belleza, por ejemplo) y así sucesivamente.
Es importante que haya complicidad sobre la responsabilidad de ocuparse
de la casa y la familia. Esto significa participar en las decisiones
financieras, conocer los límites de sus finanzas y respetar las reglas de
inversión y su nivel de vida.
Puede ser que uno de los cónyuges necesite cambiar temporalmente sus
hábitos, modificar su manera de cuidar de las finanzas o incluso aprender algo
sobre financiera y control de la inversión. Hacer lo que hay que hacer, no
lo que implique menos trabajo y sea más fácil.
Conclusión
Estoy convencido de que más y más
mujeres ganarán protagonismo y van a ocupar posiciones de liderazgo, trayendo
más y más reconocimiento y retorno financiero en todas partes del mundo. La
sociedad necesita progresar y realizar el mérito de personas sin importar el
género.
¿Ella hace más dinero que tú? ¿Y
eso qué? Más que discutir quién gana más, mi sugerencia es que piensen
algo realmente importante, como: ¿Cómo podemos proteger nuestro
patrimonio? ¿Qué podemos hacer con el dinero? ¿Cómo garantizar la
seguridad y comodidad de la familia?
Independientemente de quién pone más
dinero en la casa, es prosperar lo que se espera de un matrimonio y así debería
vivir cada familia. Debemos encarar el tema con madurez, claridad y,
sobre todo, con uso del sentido común.
¡Hasta la próxima!
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